Oriunda de Pereira, al oeste de Colombia, Diana Guzmán emigró a Bogotá en búsqueda de un descanso por un año. Sin embargo, el destino la unió con Visión y Marketing, ingresando al área administrativa en 2006 y escalando hasta convertirse en subgerente de la empresa.
Cuenta que en su trabajo anterior, en la Caja de Compensación Familiar, el marketing no era de su gusto. “Hice una especialización en Gerencia de Marketing para enfrentar esa resistencia”, explica.
Sin embargo, hoy dice estar encantada al interior de la empresa socia de Grupo Ohla. “Visión y Marketing me recibió como una familia y ahí he estado los 14 años más felices de mi vida. Esta empresa me ha dado vida, muchas ilusiones y momentos de aprendizaje. Creo que me ha transformado”.
¿Qué ha aprendido específicamente en Visión y Marketing?
Es una empresa donde todos los productos, procesos y estrategias se diseñan de manera colaborativa, y eso hace que cada uno de nosotros entregue su máxima capacidad todo el tiempo. Nos enseña de nuestro potencial, pero también de nuestras limitaciones. Y te ayuda a no desperdiciar la oportunidad para aprender del otro.
¿Cómo ha sido su experiencia en la integración con Grupo Ohla?
Ha sido muy valioso, culturalmente hemos aprendido muchísimo. Con Grupo Ohla he reafirmado el valor de la confianza. Y ver extendido ese valor desde México a Chile, me ha confirmado que Grupo Ohla es la mejor herramienta para abrirnos al mundo.
Por otra parte, conocer de cerca las habilidades y estrategias que tienen en cada uno de los países me ha parecido fabuloso. Todas estas empresas se conectan en valores fundamentales como la confianza, la verdad, y en su vocación de servicio; elementos que nos hacen diferentes a cualquier otra alternativa de mercado.
También hemos tenido momentos para abrirnos a nuevas formas de hacer y construir, basados en la humildad y el reconocimiento del valor del otro.
Usted comentaba que en Visión y Marketing son una familia, ¿que se siente ver a esta empresa crecer de mano del Grupo Ohla?
Cuando se comenzó a hablar de la internacionalización lo primero que se enfrenta son los temores; el temor de no encajar y de no ser parte de esa visión que tienen los dueños y los gerentes de la compañía; pero cuando Juan Fernando y Victoria (Salazar) pidieron al equipo con tranquilidad y confianza que los acompañaramos en esta ilusión, nos dio confianza para recibir a las personas que están llegando al mundo de Ohla.
Lo más importante es el valor que los dueños le han dado a nuestro aporte y sueño, y de esa misma manera los socios mexicanos y chilenos le han dado valor a lo que podemos aportar.
Cuando uno encuentra calidez, confianza, transparencia y respeto de las personas que se están integrando, desde ahí todas las relaciones se hacen fáciles de establecer. Todas nuestras conversaciones en términos de la integración han sido de gran valor. Ninguno anteponiendo su vanidad o queriendo llevar ventaja de su posición y conocimiento. Son conversaciones que se han llevado con gran humildad respecto a lo que se ha hecho y con claridad sobre lo que vendrá.
Esta integración se formó en un mercado bastante distinto. En el contexto actual ¿cuál es el beneficio de tener una alianza de esta envergadura?
El principal beneficio es que sabemos lo que está pasando en el mercado desde México a Chile, y eso es una ventaja de cara a los negocios locales. En el momento actual, ninguno de los históricos va a ser referencia, ahora vamos a tener que casi comenzar de nuevo y la visión que tenemos desde Chile a México nos da insumos para tener un mayor entendimiento del mercado y de lo que podría venir en el futuro. Creo que todos estamos viviendo situaciones parecidas localmente respecto a los cambios en los hábitos de consumo, en el poder adquisitivo, en el layout en las cadenas, y cambios en la posición de las marcas. Y Grupo Ohla nos va a permitir crear modelos de negocio muy a la medida de las nuevas necesidades, y eso nos dará ventaja.
¿Qué desafíos plantean estos nuevos modelos de negocio?
Los grandes desafíos ahora son desaprender. El desaprender tendrá una importancia enorme ya que nos tocará crear nuevos modelos, y cuando uno tiene tanta experiencia en el mercado, desaprender es el principal desafío.
Otro desafío es la situación en la que queda el mercado. Es un mercado muy fracturado económicamente y que necesita un rescate. Eso nos pone muchos retos, no solo de cara al mercado y las marcas, sino internamente, porque necesitamos alivianar costos y gastos internos, creando estructuras flexibles y ágiles para hacer frente a la nueva realidad.
¿Cómo convencen a una empresa para seguir manteniendo su servicio en momentos de crisis?
Hoy día con la contracción que ha habido, y donde hay muchos sustitutos de todos los productos, las empresas deben poner toda su estrategia para que esas marcas sigan siendo preferidas por los shoppers. Y deben poner la atención en la última milla a operadores como nosotros, que somos quienes sabemos cómo navegar en ella.